Y soy feliz. Como hace mucho que no lo era... Culpable sólo de esa inscripción inmensa, que ocupa toda la fachada de su casa. Espléndida, directa, hermosa. Y ahora ya no tengo dudas. No tengo remordimientos, ya no tengo sombras, no tengo pecado, no tengo pasado. Sólo tengo unas ganas enormes de volver a empezar. Y de ser feliz. Contigo, Fin. Estoy seguro. Sí, es así, ¿Ves?, hasta lo he escrito: "Tengo ganas de ti"
No hay comentarios:
Publicar un comentario